Sentencias y Juicio por ataque represivo al C C del PRT en 1976 Moreno
(Por Eduardo Oroño, ex combatiente del PRT ERP, sobreviviente de La Pastoril)
El Golpe – Preparando la respuesta
El 29 de marzo de 1976 se reúne el Comité Central del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) en Moreno, a días de haberse producido el golpe de Estado. Si bien en muchos aspectos se daban situaciones ya previstas en los análisis partidarios, la situación concreta requería de otras ingentes repuestas que brindaran un panorama de resistencia y lucha, tratando de preservar las fuerzas propias y frenar la ofensiva enemiga que a todas luces venia desenfrenada, desbocada.
Si bien la represión se había instalado con fuerza desde finales de la década de los 60 y acentuado notablemente durante todo el año 75, las caídas fueron numerosas llegando a su pico más alto en lo que fue el intento de copamiento del Batallón de Arsenales Domingo Viejobueno. Esta ofensiva fascista no era exclusiva de nuestro país; obedecía a un mandato del imperialismo capitalista, que insistía en hacer eje en su famosa Doctrina de Seguridad Nacional, cuyo primer objetivo era desarmar la firme convicción ideológica que tenían las fuerzas revolucionarias acerca de la construcción de fuerzas populares, una herramienta política propia, independiente, de los obreros, trabajadores y del pueblo, como único camino para terminar con la opresión colonialista. Estos eran los motivos por los cuales perseguían absolutamente la idea de construir un ejército guerrillero que condujera a los pueblos de la región a su ansiada liberación. Justamente la reunión del Comité Central del PRT citado en esa oportunidad debía dar repuesta unificada a toda esta problemática, por ende la importancia de los dirigentes convocados ala misma; se encontraban presentes cuadros políticos revolucionarios internacionales principalmente quienes en ese momento constituían la Junta Coordinadora Revolucionaria (JCR).
Edgardo Enríquez Simón, secretario político del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), de Chile; Osvaldo “El Chato” Peredo, hermano del “Inti” y “El Coco», en representación de Ejército de Liberación Nacional (ELN), posteriormente devenido en Partido Revolucionario de los Trabajadores de Bolivia (PRT), fueron algunos de los invitados internacionales en la reunión, junto con miembros de Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros (MLN-T) del Uruguay.
El Juicio
Después de una ardua lucha el pueblo de Moreno y junto a él la sociedad toda encabezada principalmente por los familiares directamente implicados víctimas de esta masacre se llegó a lo que se considera un fallo medianamente justo, decimos medianamente justo porque ya después de 46 años de manoseos, encubrimientos y ocultamientos de pruebas, no puede llamarse juicio justo.
La justicia que llega tarde no es Justicia.
No es este un caso distinto de los restantes que con tanto esfuerzo nuestro pueblo va consiguiendo lentamente pero avanzando al fin, en la búsqueda de la verdad, por el ejercicio de la verdadera justicia y lógicamente en resguardo de la memoria. Se acepta el fallo como medianamente justo debido que solo el esfuerzo expuesto en las investigaciones en las búsqueda de testigos, convencimiento para declarar (haciendo caso omiso a las terribles amenazas que por momentos se padecieron). Que quienes supieran algo no dudaran en dar a conocer los datos por difusos que parecieran; el fortalecimiento de las lazos de solidaridad pemitieron una mínima defensas frente a los ataques premeditados solapados o no, de parte de los criminales y sus defensores que permanentemente intentaban, atemorizar e intimidar. En reiteradas oportunidades, aún en público, eran patentes sus actos de hostigamientos totalmente visibles, realizados frente al tribunal o frente a la cámara de tv, que los enfocaba gozando de una traza mercenaria, aterrorizando a los testigos. Era claro, un mensaje no solo de odio sino de intimidación real que flotaba en el aire, una mirada de odio y venganza por las verdades que fueron acercando los testigos, que se hicieron presentes. Sin embargo, ese hostigamiento no impidió que se planteará con crudeza una vez más el reclamo de justicia y de hacer prevalecer lo que es un verdadero derecho, mal que les pese a los represores torturadores y desaparecedores de nuestros compañeros caídos.
El Veredicto
Al derecho burgués no le quedó otra cosa que admitir la autenticidad de los crímenes cometidos como crímenes de lesa humanidad. Admitir y hacer visible al mundo quienes son al fin los verdaderos criminales.
Si llega tarde no es justicia.
Pero que el mundo sepa, conozca principalmente, la responsabilidad de los EE.UU, gendarme mundial sembrando muerte y desolación, como lo ha hecho siempre aun desde su fundación.
Carlos Joker, Edgardo Sakamoto, Héctor Raffo, Juan Carlos Giraud: Los cuatros a cadenas perpetúa
Julio Alejandro Pérez, Juan José Ruiz a 19 y 20 años.
Asi mismo el fallo manda comunicar las penas al Ministerio de Defensa y al Ministerio de Seguridad de la Pcia de Bs As, a fin de que se dé la baja por exoneración a los condenados y se disponga la suspensión de todo retiro o jubilación que puedan estar gozando. Un suboficial mayor retirado también imputado, con pedido a cadena perpetua por la querella fue absuelto. Este fallo se apelará y se avanzará junto a otras fallas que aparecen en el juicio, y que son necesarios para que se ahonde en la investigación en la averiguación de que sucedió. Esa nueva puerta que se abre nos permitirá conocer que pasó con los niños en ese momento, como así también hacer visible que pasó con los compañeros que aparecen en listados de cables clasificados encontrados en el Departamento de Estado de los EE.UU.
Finalmente, el juicio, que concluye en esta primera parte, sin duda se está desarrollando contra las fuerzas represivas quecometieron crímenes de lesa humanidad. En éste contexto se ha desatado una pretensión de debate, tratando de encontrar errores propios y ajenos, aportados desde distintos ángulos. Detengamonos en algunos solamente, pues es casi innumerable la cantidad de elementos que se han puesto en juego en estos días de balance e investigación. Sin duda es legítimo el interés por encontrar fallas propias, para que futuras generaciones no cometan tropezones que se pudieron cometer en esa ocasión y en ese lugar, es decir recoger las enseñanzas.
En esa línea se ha instalado como normal el discutir sobre dónde estuvo la falla de la organización para que el enemigo pudiera golpear, y en ese andarivel se repiten los dichos de la burguesía y sus lacayos, en los cuales se denota claramente la mano de los servicios de inteligencia. No los de la AFI (Agencia Federal de Inteligencia), sino los verdaderos servicios que son aquellos que no sólo no fueron investigados, dañados, sino que están intactos y seguramente mejorados con todo el apoyo del Norte, como es el Batallón de inteligencia 601. Entonces se repite de memoria lo que esos servicios largaron como explicación para la tribuna, para la gilada como se dice en la barriada, y que naturalmente inculpa a las fuerzas revolucionarias, estigmatizándolas como una banda de lúmpenes, pequeño burgueses “estudiantes de psicología pelilargos”, ansiosos de fama y poder. Dicen “nuestra torpeza estuvo en el hecho de descuidar donde se depositaban las armas”, por ejemplo, en una mesa la cual se podía observar desde la calle, o “tapar de una manera tosca con diario unas ventanas lo que también llamaba la atención de los vecinos” los cuales se alertaron y llamaron a la represión, tal cual lo expresa la mujer del casero, quien dijo que “alguien” vino y le comentó “váyase porque van a empezar los tiros”. Preguntada por quién se lo dijo, sostuvo, “no sé, no recuerdo, creo que era la señora de un policía a quien yo mucho no conocía”. En la misma línea de presunción dicen: “lo mismo ocurrió con Monte Chingolo, estaba cantado e igual se hizo haciendo caso omiso a quienes sostenían de postergarla para otra oportunidad”. Todo esto echado a rodar, como sabemos por el enemigo, en principio por sus medios de comunicación y también por los agentes que tienen metidos en los lugares más subrepticios y disimulados, inconcebibles por nosotros. Apuntando a la desmoralización, y al temor de la clase y las masas populares, tratando de instalar un despiadado terror; o sea, habrían sido nuestros errores y no del trabajo de la puesta a punto de todo el aparato enemigo, con el desarrollo principalmente de la inteligencia que incluía los satélites yanquis, como lo han hecho en todo guerra revolucionaria. Estos compañeros desnudan su vacilación de clase con su condición de criados, sirvientes encariñados, enternecidos con el patroncito y la señora amita, en el contexto del actual desarrollo industrial; esclavos modernos, culposos, por todos los medios tratan de justificar su total desconfianza en la masas y el pueblo, en fin, en las fuerzas revolucionarias y el accionar del partido. Insisten en la imposibilidad de derrotar al enemigo por su condición de poderoso, por tanto, patrocinan, impulsan siempre una negociación que termine con la guerra, la muerte y la destrucción, entonces, ahí se hace visible el reformismo, verdadera concepción ideológica política que los moviliza, sin atreverse a dar un paso más allá de lo que el sistema impone.
Combatientes
Aquel 29 de marzo, es necesario enfatizar un hecho fundamental que es lo que hizo posible que la absoluta mayoría de los allí reunidos pudiéramos salir con vida. La represión ese día llegó por sorpresa disparando con armas largas, cortas y munidos de granadas, en camiones, camionetas, autos y hasta helicópteros. Solo la valiente actitud de los compañeros, que componían la escuadra de seguridad impidió que nos mataran a todos. Era evidente que la consigna que traían, era «que nadie salga con vida». Sin duda fue entre otras, la histórica batalla de 1812, en la que, los “Decididos de la Patria» (gesta del ejercito del Norte, al mando del General Belgrano) vencieron a las tropas realistas allanando el camino para la declaración de la Independencia Argentina, los que naturalmente inspiraron ese espíritu guerrero de nuestros compañeros. Aquellos patriotas mostraron que se podía resistir de tal manera, que la mayoría de guerrilleros que estábamos allí reunidos logramos fugarnos con vida.
Ejemplo como el de Víctor Hugo González, a quien yo había conocido en reuniones previas, puesto que los dos éramos obreros metalúrgicos, concretamente torneros, él trabajador de la empresa Perkins de Córdoba. Los compañeros que trabajábamos en ese sector teníamos reuniones periódicas de formación, siempre tratando de precisar la política, sobre el accionar sindical del partido.
El León de Perkins, como le llamábamos estuvo apostado con un Fal, prácticamente a la entrada de la Quinta. Desde allí pudo contener la embestida de la represión, cada vez que su Fal sonaba, era vergonzoso ver la forma en que se ocultaban, cuando en cantidad de hombre y armamentos estábamos totalmente en inferioridad de condiciones. Gloria y Honor al compañero León!!, que allí dejo su vida para que otros pudiéramos seguir.
Esa decisión y entrega, aun de sus vidas por salvar al compañero de forma absolutamente desinteresada pone de manifiesto la diferencia, con la concepción individualista, odiosa a todas luces mezquina del capitalista.
Hay miles de hechos que nos muestran a unos y a otros en su desenvolvimiento en la vida. El compañero Roberto Andrés Curtiño, Teniente Lucas, responsable militar, miembro de la dirección de la regional Noroeste, vivía en el B° Las Flores de Trujui en Moreno junto a su compañera Ana Heinz, quien es secuestrada; el hijito de ambos es dejado de un vecino. Totalmente rodeado por las fuerzas enemigas, Lucas esgrimiendo una pistola 45 al grito de «paso a un oficial de ERP ¡¡MIERDA!!..». Se retiró cuando los miembros de la represión muertos de miedo meten sus cabezas entre los yuyales. Lucas cae posteriormente en lo que se conoce como las caídas del 76.
La gigantesca diferencia entre una y otra fuerza es lo que evidencia a una de ellas como ejército de ocupación al servicio del imperialismo y sus socios locales, mientras hace digna a la otra de ser considerada máxima expresión del Guevarismo que hubo en Argentina y la Región.
Hoy en parte el fallo del tribunal nos alegra, suena a una bocanada de aire fresco renovando nuestras fuerzas para avanzar con más perseverancia en las tareas pendientes como son la lucha por la expropiación de La Pastoril y su transformación en un Centro Cultural que aporte al desarrollo histórico cultural de todo el pueblo de Moreno.
A Vencer o Morir por la Argentina