EDITORIAL DE CENTENARIO Nº 8
La República Argentina ha sido escenario de dos hechos de gran relieve internacional, la realización de la cumbre del G20, y la denominada contra cumbre progresista organizada por Clacso. En estos días se conmemoran asimismo los 35 años de la asunción de Alfonsín y de la recuperación de la “Democracia”.
Esta tribuna insiste que desde 1983, la corrupta e ineficiente sociedad entre radicales y peronistas y todas las alianzas políticas, que bailan al compás de estas fuerzas garantes de la gobernabilidad burguesa, tienen alta responsabilidades en la destrucción del país. Destrozaron y privatizaron todos los mecanismos de regulación del Estado: Junta Nacional de Granos, Gas del Estado, Yacimientos Petrolíferos Fiscales, Reservas energéticas ,Yacimientos Carboníferos Fiscales, Aerolíneas Argentinas, Austral Líneas Aéreas, E.L.M.A., el sistema portuario, el sistema ferroviario, la medicina social ,los bancos provinciales, los bancos de desarrollo, los sistemas de seguro nacionales y provinciales, la generación de electricidad, las rutas nacionales y provinciales, el mar austral, privatizaron la educación en todos los niveles y una larga lista de etcéteras.
A 35 años de dicha conmemoración, el gobierno de Macri se enfrenta a una disyuntiva histórica en la Argentina, que no por ser repetida, deja de ser clave: la lucha por el destino de los ciento veinte millones de toneladas de granos que se producen, sus subproductos y derivados, como así también la producción pecuaria y sus derivados. La puja se repite desde fines del siglo XIX, teniendo siempre un solo ganador: los exportadores y sus casas matrices .La primarización de las exportaciones argentinas, es una constante en los últimos cinco años. Se exporta mucho pero a pocos destinos, casi igual al modelo imperante durante la década que siguió a la depresión de 1929. China ocupa el lugar del Reino Unido como comprador de commodities y proveedor industrial, desde paraguas hasta locomotoras. Sólo que ahora, se agrava la situación social porque somos cuarenta y cinco millones y no quince; para los que sobran el modelo tienen un solo destino: la violencia y el narcotráfico; ambas tienen un solo patrón: las policías, que se convirtieron en los nuevos empresarios, cuyos explotados son niños y jóvenes, que trafican para ellos y que ya ni sirven para ser un ejército industrial de reserva.
Sin propuestas económicas alentadoras, para la población en general, en los prolegómenos de una campaña electoral, y en medio de una crisis energética, levantan a Vaca Muerta como bandera, la estafa más grande de la historia nacional. Es una compleja trama donde el único objetivo es conseguir créditos, desviarlos y gastarlos en la fuga. Tan animales son y tan confiados están que no les va a pasar nada, que el presidente y sus ministros, hablan de generar quinientos mil puestos de trabajo en cinco años ¿No merece explicación Iguacel? ¿100.000 puestos por año?, ¿de dónde sacan el agua, las viviendas, los servicios sanitarios, etc.? El resto de la burguesía se relame pensando cuando les tocará empezar a robar a ellos.
Un párrafo merece el procesamiento de, Paolo Roca, dueño de Techint , y el hombre más rico de la argentina, filosofo y especialista en Marx. EEUU viene por todo, ahora van a atender sus propios dueños. El avance de la justicia sobre estos personajes, solo es posible por el desembarco de los verdaderos dueños del país, los EEUU, Brasil es la prueba palpable de lo aquí expresado, Boeing se quedó con Embraer, y capitales norteamericanos se alzaron con Vale Minera y Petrobras.
Sin recursos intelectuales, destrozando las universidades, y los institutos de investigación que ya no sirven para nada en este modelo, cuyo sostén tecnológico es casi absolutamente norteamericano, y con la certeza de una cesación de pago en el 2020, la democracia burguesa, putrefacta, inútil, y punga, solo tiene para ofrecer degradación y represión social.
CLACSO soporte erudito del posibilismo político
Lo más importante del G20 para el debate político en Argentina han sido las declaraciones de Cristina Fernández en el foro de CLACSO su voluntad de ser parte del selecto grupo de países capitalistas, esta es, hasta ahora su única definición programática, (es bueno recordar , que la incorporación de la Argentina a este grupo fue producto de la generosidad del extinto ex presidente de EEUU George Bush que le retribuye a Menem, por su política de privatizaciones y relaciones carnales, el peronismo siempre el peronismo) de la cual se puede deducir, de que un eventual gobierno suyo , no avanzará en medidas que apunten a recuperar por parte del estado los resortes claves de la economía.
El capitalismo como problema
Lejos de los pomposos tiempos del “cambio de época” (posteriormente le bajaron el precio a “ciclo progresista”) el foro se ha constituido en una verdadera feria de las vanidades y la autocomplacencia, que otorga premios a los más glamorosos de este espacio que, claramente, cuando vengan a degüello, sabrán encontrar otro árbol que les dé sombra.
Autodenominada del pensamiento crítico, abrió con una declaración de principios que clausuraba de entrada la posibilidad de crítica: “esta no es una contra cumbre del G20. Nosotros tenemos propuestas”.
Se avanza en definir más claramente al progresismo (de izquierda ya casi no se habla) como anti-extractivista y anti-agronegocios, lo que es una clara estrategia a mediano plazo para cerrar el círculo de viraje a la derecha de este sector y aislar a Venezuela y Bolivia. No hay futuro progresista en el extractivismo, lo dice Gustavo Petro ex candidato a presidente colombiano, ex alcalde de Bogotá, financiado por la Embajada Norteamericana, quien contrató camiones recolectores de basura a una empresa de Miami propiedad de Mas Canosa
Estas definiciones contactan, con todo el proceso progresista anterior y con los puntos programáticos y el discurso de asunción de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), muchos de ellos apuntando desde el discurso a proteger la diversidad biológica y cultural de México, impulsando prácticas agroecológicas que aumenten la productividad sin dañar a la naturaleza. Y rechazando la introducción y el uso de semillas transgénicas. Del mismo modo se rechazan los métodos de extracción de materias primas que afecten la naturaleza y agoten las vertientes de agua como el fracking. En el mismo sentido se enfatiza que no se permitirá ningún proyecto económico, productivo, comercial o turístico que afecte el medio ambiente. Evitando la contaminación del suelo, agua y aire y protegiendo la flora y la fauna.
Estos discursos intentan tapar una realidad cruel, México de donde es originario el maíz, se ha convertido en la nación que más importa maíz en el mundo. Producía y era autosuficiente en gasolinas, diesel, gas, energía eléctrica. Ahora compra más de la mitad de lo que consume de estos insumos. Es decir que detrás del velo de un discurso ambientalista y combatiente del “cambio climático, AMLO deja la comida y la energía en manos de los norteamericanos.
Es un imperativo categórico para los revolucionarios no repetir argumentos burgueses e imperialistas en relación al mentado “cambio climático”, repetir Copenhague, la Cumbre de Río, el Tratado de Kyoto. Lo importante es viabilizar y garantizar a corto y mediano plazo un sistema de abastecimiento de energía, agua, alimentos y medicina a toda la sociedad.
En rigor, no hay tal “cambio climático”. Ningún fenómeno climático llega a ser global. La energía se desplaza, si enfría en un lugar, calienta en otro. De hecho, es el calentamiento del Mar, no de la Tierra lo que vivimos. El clima de la tierra se comporta según sus ciclos naturales y vivimos sus alteraciones sin novedad en el tiempo geológico. Si en algo a afectado la industria capitalista al clima, es en un micro nivel, muy local. A menor masa de bosque, mayor velocidad de viento y agua en el ambiente, y con ello, mayor erosión del suelo y menor refracción del calor y retención de humedad. Esta ley se aplica tanto a las grandes urbes capitalistas y su área metropolitana, como tierras afectadas con monocultivos industriales.
Hacer política en este sentido, sin considerar la historia del clima, sin advertir nuestras capacidades complementarias de abastecernos de energía y alimentos, traerá resultados nefastos sobre amplias masas de la humanidad.
La eliminación del capitalismo no tiene nada que ver con los ciclos climáticos del planeta. Sin embargo nuestra sobrevivencia como sociedades, en este nuevo estadio del clima, si tiene mucho que ver con el modo de producción dominante.
Poder Popular y Socialismo
Cuando Lenin y el partido Bolchevique levantan la consigna de Paz, Pan y Tierra, esta iba indisolublemente ligada con la de todo el poder al soviet de Petesburgo, y la construcción del socialismo, es decir, programa, instrumento y horizonte estratégico están dialécticamente relacionados.
A contrapelo de lo arriba señalado, asistimos impávidos al incremento incesante de la Tercerización de la elaboración y discusión política, hecho que provoca el vaciamiento de las organizaciones y encarama, a las agencias de publicidad, los centros de estudios y a variados servicios de inteligencia, en estrellas del firmamento comunicacional de las democracias burguesas.
El orden del debate que queremos proponer en este número, no es nada novedoso, y está vinculada a una larga tradición de la agenda de temas de los revolucionarios: Partido y Frente; Vías y Programa; Reforma y Revolución.