Camaradas: de frente a nuestra historia y de frente al porvenir,
nos juramentamos vencer y venceremos!!!
Inseparable del devenir del siglo 20 hasta la actualidad, en especial en las luchas políticas, sociales y culturales de Argentina, leal a las tradiciones internacionalistas en las que se forjó, desde la Revolución Rusa, pasando por la guerra civil española, la Revolución Cubana, Nicaragüense, con aportes solidarios a Chile, El Salvador, y otras revoluciones del mundo; el Partido Comunista Argentino cumple 100 años de existencia.
Un centenario forjado en el incesante aporte a la organización de la clase trabajadora con fundamentos en el sindicalismo de liberación, la defensa incuestionable de los oprimidos, la militancia abnegada por los Derechos Humanos y el convencimiento de que el comunismo es posible y necesario.
El siglo XXI nos arenga al desafío de agudizar el análisis para hacer eficaz la lucha que sigue asentada en combatir sin atenuantes la explotación capitalista atentos a las formas engañosas que va tomando y a su peligrosa capacidad de sostenerse en el tiempo.
El marxismo y el partido en el que muchos nos hemos educado, nos ha inculcado desde temprana edad que el sentido mismo de la vida consiste en participar conscientemente en el cumplimiento de la historia.
Nuestras dificultades materiales, nuestra vocación por la igualdad, nuestra ardiente voluntad creadora, nuestro desinterés de revolucionarios se enfrentan radicalmente con el feroz egoísmo de la especulación, del lujo arrogante y estúpido de los ricos, del despojo vergonzoso de las masas, marcas registradas de este capitalismo decadente y son a su vez una cura de confianza sobre nuestra convicciones.
Aquilatar esta experiencia, nos tiene que hacer reflexionar, que lo importante no es ser comunistas e instalarnos definitivamente en un estado o una condición, sino ante todo esforzarnos por hacer las cosas día a día, avanzando de los simple a lo complejo, caminando, progresando sin tregua, teniendo clara conciencia que nada está nunca asegurado definitivamente y todo está siempre por conquistarse; lo sabemos, la lucha de clases es el motor de la historia con sus idas y venidas, y esta certeza no mella un ápice nuestra convicción de que estuvimos y estamos en la línea del desarrollo histórico, esto se percibe con mayor nitidez ahora, en donde para una época entera, millones de destinos van a seguir los derroteros por donde nosotros, los comunistas, junto a otros revolucionarios, caminamos los primeros.
El porvenir se nos presenta (a pesar de los nubarrones en el horizonte) lleno de posibilidades más grandes que la que entrevimos en un pasado no tan lejano. Confiamos que la pasión, la experiencia amarga y las faltas de las generaciones combatientes pasadas, puedan aclarar un poco los caminos a los nuevos contingentes de luchadores presentes y futuros.
En estos 100 años de existencia en muchas ocasiones nos han convidado ha abandonar la lucha entregando armas y bagajes, a que nuestros ideales y nuestra práctica estaban pasadas de moda y tenían asegurado un lugar en el basurero de la historia, que nuestra derrota era ineluctable y ante ese convite nuestras convicciones fueron y son irreductibles, afirmados en la idea de que si la derrota es inevitable, ¿qué hacer sino aceptarla con valor y salirle al encuentro con espíritu invicto? Con el convencimiento de que esa actitud serviría al porvenir, hubo por supuesto a quienes el pan amargo de los revolucionarios no los tentaba y se postraron en los altares del posibilismo que acompaña la idea fraudulentamente recurrente del capitalismo con rostro humano, estos vivirán marcados para siempre por aquella sentencia popular de que solo la primera vergüenza es difícil.
Los imprescindibles de las fuerzas del campo popular, son militantes que asumen su vida con pasión y comprensión profunda, lucidez serena, firmeza moral, intransigencia combativa e inteligencia clara…. Y son la prueba viviente que derrumba aquella mentira, sobre este inmenso capital político se sostiene y se afirma nuestro partido, es cierto que su sombra que esta aquí, es hoy más grande que él mismo, eso no nos disminuye, por el contrario redobla nuestro compromiso y nos hace mas fuertes; hoy seguimos siendo más comunistas que nunca, todavía miles en la Argentina, reivindicando su historia con todos sus grises y todos sus rojos, y seguimos convocando a las nuevas generaciones que se incorporan a la vida política del país a ocupar un puesto de lucha en nuestras filas, para plantar bandera del lado de los condenados de la tierra, para que en la fragua de la lucha de clases del presente nos forjemos el derecho a nuevos combates que nos llenen de promesas de mañana.
Nuestra verdad es el comunismo, es nuestra razón histórica, es asimismo una convocatoria a los pueblos del mundo que viene desde lo profundo del porvenir, porque va quedando cada vez más claro que el comunismo es la juventud de la humanidad.
En este enero rojo de 2018 en todas las plazas del país de norte a sur y de este a oeste se alzarán miles de puños cargados de banderas para conmemorar el centenario de nuestro partido, para gritar que estamos vivos y que la historia todavía va a recurrir a nosotros.
Camaradas: de frente a nuestra historia y de frente al porvenir, nos juramentamos vencer y venceremos!!!